Zhang Xudong CEO
CHINALCO PERÚ
"Poner en marcha una operación desde greenfield lleva diez años en promedio, por lo que la inversión minera requiere estabilidad jurídica, reglas de juego claras y que sean respetadas por todos los actores."
¿Cuál fue la producción alcanzada en Toromocho en el 2022 y los principales hitos de la compañía?
En 2022, alcanzamos un récord histórico al producir 244,200 toneladas de cobre fino. Superamos desafíos como un yacimiento complicado con altos niveles de impurezas y problemas en la cadena de suministro. Nuestra estrategia mine to mill integró la gestión entre la mina y la planta de procesos, mientras que optimizamos el mantenimiento de equipos y los procesos productivos para mejorar la recuperación de cobre.
¿Cuáles son los aspectos más destacables de la modificación del estudio de impacto ambiental (MEIA) de Toromocho?
La MEIA del proyecto Toromocho contempla una expansión de la capacidad de procesamiento a 170,000 toneadas por día (tpd) e incorpora componentes adicionales, así como el repotenciamiento y los ajustes operativos en algunos procesos de la planta concentradora. Esta modificación dará empleo directo a 1,500 personas y empleo indirecto a 2,500 personas. Una vez puesta en producción, se generarán empleos directos e indirectos a 300 y 1,000 personas, respectivamente.
¿Cómo se puede impulsar el desarrollo de la minería en el Perú?
La actividad minera es intensiva en uso de capital. Aparte del riesgo inmenso que representa, el periodo de maduración y de retorno de la inversión se da en plazos largos: estamos hablando de diez años en promedio para poner en marcha una operación minera desde greenfield. Considerando este esquema, la inversión en nuestro sector requiere estabilidad jurídica, reglas de juego claras y que sean respetadas por todos los actores.
El gobierno de la presidenta Boluarte demostró su compromiso con devolver la competitividad al sector minero. En el PDAC 2023 se lanzó la iniciativa de facilitación de la inversión en el sector y el objetivo que se planteó fue lograr una “ventanilla única de permisos” que integre los procesos de los organismos competentes del gobierno nacional, tales como Senace y ANA.
¿Cuál es el enfoque de Chinalco con respecto a las comunidades locales y el medioambiente?
Desde mucho antes del inicio de sus operaciones Chinalco ha realizado acciones concretas para mejorar la calidad de vida en el área de influencia y la región de Junín. Un ejemplo de ello es la construcción de la planta de tratamiento de aguas del túnel Kingsmill, que ha requerido una inversión de $50 millones y un gasto operativo anual de $10 millones. Gracias a esta iniciativa, se ha logrado resolver uno de los mayores problemas ambientales de la región.
Adicionalmente, construimos con recursos propios la ciudad de Nueva Morococha, y trabajamos en programas de generación de empleo, educación, salud, desarrollo productivo y de fortalecimiento de las organizaciones sociales. Una muestra clara del impacto positivo de Chinalco es la evolución del Índice de Desarrollo Humano (IDH): en el 2019, la medición ubica a Morococha sobre el 97.98% entre los 1874 distritos del Perú, lo que implica una mejora sostenida de este indicador multidimensional desde el 2007.
¿Cuáles son las expectativas y objetivos para el 2023?
Queremos concretar la construcción de la Fase II de nuestro proyecto de expansión. Además, nos enfocaremos en consolidar nuestras operaciones mediante la implementación de nuevas tecnologías para mejorar tanto la cantidad como la calidad de la producción, con estrategias Lean Six Sigma y 5S para optimizar nuestros procesos. También trabajaremos en fortalecer nuestro equipo de operaciones y profundizaremos en la implementación de programas ESG.