Marcelo Santillana Gerente General
MINERA PODEROSA
"En 2022, ampliamos la producción de 800 toneladas diarias (tpd) a 1,000 tpd. En exploración, hemos aumentado el presupuesto de US$ 115 millones en 2021 a US$ 132 millones en 2023."
¿Nos puede hablar de sus últimas cifras operativas y de sus estrategias de automatización?
En el 2022, a pesar de que no pudimos ganar reservas o recursos por la falta de personal, hemos logrado cumplir nuestro programa de producción, llegando a 320,000 onzas. Nuestra estrategia fue completar la ampliación de la planta de Santa María, que se encontraba atrasada desde el inicio de la pandemia. Así, hacia el segundo semestre del año 2022, ampliamos la producción de 800 toneladas diarias (tpd) a 1,000 tpd. En exploración, hemos aumentado el presupuesto de US$ 115 millones en el año 2021 a US$ 132 millones en 2023.
Con respecto a la automatización, en Marañón todos los procesos y parámetros son controlados a través de equipos SCADA y estamos trasladando esta automatización a Santa María. Una vez finalizada esta fase, viene la automatización de la mina, que es más compleja. Para esto, la comunicación es crucial, y estamos trabajando con Claro para que nos provea el ancho de banda requerido. Por otro lado, también queremos implementar machine learning, para analizar toda la información con la que contamos para las proyecciones geológicas.
¿Cuál es el compromiso que tiene Minera Poderosa con el uso de energías limpias?
A finales del 2023 esperamos completar nuestro proyecto de Chacparrosas que dotará a la planta Santa María de energía proveniente del Sistema Interconectado Nacional del Perú. En este punto, encontramos un cuello de botella: teníamos problemas para completar la demanda energética y requeríamos grupos electrógenos. Por otro lado, este año 2023 deberíamos inaugurar un banco de baterías de litio de 4 megavatios que se utilizará en la hora punta y nos ayudará a reducir los costos energéticos cuando Chacparrosas sea implementado y no tengamos necesidad de utilizar grupos electrógenos.
Paralelamente, estamos realizando un estudio para implementar energía fotovoltaica en el que instalaremos, en 13 hectáreas, celdas que deberían generar entre 5 y 7 megavatios. Este proyecto debería concluir en el año 2025 y sería una fuente de energía completamente limpia. Además, hemos recibido el certificado de uso de aguas de un proyecto para generar 11 megavatios, mediante energía hidráulica. Este proyecto se complementa con otro estudio que estamos realizando en otra cuenca, para generar entre 8 y 12 megavatios adicionales. Ambos proyectos deberían estar en marcha para el año 2026. Esperamos ser autogeneradores de nuestra energía y que nuestros costos sean menores.
¿Cuál es el enfoque que tienen con respecto a las comunidades locales?
Buscamos establecer una relación armoniosa con las comunidades locales y grupos de interés, con convenios en nuestras zonas de influencia. En la zona de la Montañitas, tenemos ciertos problemas con una comunidad que estamos abordando, mediante coordinaciones y un diálogo abierto. Este 2023 esperamos superarlos y firmar convenios de cooperación con ellos. Para abordar las relaciones con las comunidades contamos con la Asociación Pataz, nuestro brazo derecho que, a través de sus cuatro ejes (salud, educación, infraestructura y autodesarrollo), nos ayuda en nuestro acercamiento a las comunidades en el mediano y largo plazo.