Ingeniería, EPC y consultoría
Foco en expansiones e inversiones de continuidad operativa
Como ocurre con el resto de la cadena de valor, el sector de ingeniería y consultoría está expectante a nuevos proyectos mineros que sirvan para poner a disposición toda su cartera de servicios. Sin embargo, tras la puesta en marcha de Quellaveco en 2022, el último proyecto greenfield del Perú, las consultoras y compañías de ingeniería han tenido que consolidar su relación con la cartera de clientes existentes.
Los nuevos proyectos sirven para oxigenar el ecosistema minero con nuevas demandas que activan toda la industria, pero no hay que subestimar el tamaño de las labores en proyectos de continuidad operativa y proyectos brownfield para crecer en las operaciones existentes. Además, las leyes de mineral de muchas operaciones están disminuyendo, lo que hace que se necesiten consultoras para mejorar los procesos de minado y procesamiento o, en casos extremos, para restructurar completamente las operaciones.
Por otro lado, muchas consultoras han visto oportunidades en nuevos servicios. Así, la diversificación se ha vuelto clave para este segmento, especialmente ahora que el sector está trabajando para promover la sostenibilidad de sus operaciones. “Las mineras continúan expandiendo sus operaciones para aumentar la producción y satisfacer la creciente demanda de minerales como el cobre, el níquel y el litio, que son fundamentales para una neutralidad de carbono” dice María de Lourdes Bahia, vicepresidenta de Minería y Metalurgia de SNC-Lavalin.
La compañía, que atribuye su crecimiento del 12% en 2022 a sus trabajos en las minas de Antamina, Las Bambas y Antapaccay, quiere aumentar su cuota de mercado y portafolio de proyectos en el Perú, especialmente en los servicios de ingeniería: “Queremos asegurar nuevos contratos en la industria minera. Contamos con una posición consolidada en gestión de proyectos y servicios ambientales, pero queremos incrementar nuestra posición en servicios de ingeniería”, añade Bahia.
Conversando sobre la evolución de las demandas de los clientes mineros, Bahia afirma que las compañías buscan cada vez más socios estratégicos que les brinden servicios integrales, y confirma que un desafío importante a nivel mundial es el recurso humano. Así, la compañía ha tenido que consolidar un programa para atraer y retener talento: “También contamos con un programa interno de capacitación que nos permite desarrollar habilidades para el mercado futuro”, concluye.
Jack Zavaleta, gerente de desarrollo de negocios de Pentatech, comenta que poder ofrecer soluciones integrales sin tercerizar actividades como ingeniería y fabricación ha permitido a la compañía ser más ágil y eficiente: “No es suficiente contar con conocimiento técnico para prosperar en la industria minera, también es importante ser competitivo en términos económicos”, añade Zavaleta. Pentatech es una compañía peruana relativamente joven que realiza las paradas de planta en Chinalco y ha trabajado en la reubicación de 10 bombas de turbina vertical gigantes de 30 metros de altura en Quellaveco. También desarrolla el proyecto EPC en la planta de tratamiento de agua ácida de Shahuindo de Pan American Silver, donde está implementando el Densadeg, una tecnología que permite clarificar los lodos de forma más eficiente: “Con este sistema se puede obtener el mismo resultado que un clarificador de rastras convencional en un espacio más pequeño, y con una mayor variedad fisicoquímica del agua a tratar”, comenta Zavaleta.
A pesar de la baja actividad en grandes proyectos nuevos, las expansiones y modificaciones en proyectos existentes han mantenido a WSP bastante activa, incluso por encima de sus pronósticos. “Los proyectos brownfield nos permiten despegar nuestra mayor capacidad porque, además de ingeniería, requieren modificaciones a sus estudios de impacto ambiental y permisos, eficiencia operacional y optimización de ciclos de agua”, comenta Gonzalo Covarrubias, gerente general en Perú de WSP. Para Ausenco, al igual que para WSP, los proyectos brownfield continúan siento una fuente importante de demanda para sus servicios: “Hemos notado mucho interés en lo que concierne a la extensión de vida para operaciones actuales, especialmente en continuar avanzado con los estudios, una fase agitada desde el punto de vista social”, señala Florencio Castro, vicepresidente de Ausenco en Perú.
Carlos Santa Cruz, director de BISA Ingeniería de Proyectos, asegura que los proyectos brownfield son su principal foco y que el mercado continúa siendo lo suficientemente grande para continuar creciendo, lo que no impide que tengan interés también en atender proyectos greenfield: “En los últimos 20 años el mercado peruano ha experimentado un crecimiento impresionante, sin embargo la inversión minera en el Perú ha disminuido y, después de Quellaveco, no avizoramos otro mega-greenfield”, refleja Santa Cruz. BISA trabajó arduamente en 2022 para volver a niveles prepandemia y, gracias a la consolidación del Grupo Cobra como accionista mayoritario, han podido realizar trabajos más completos e integrados en EPC, además de un acceso a diversas jurisdicciones a nivel nacional: “Aunque ha sido un desafío incursionar en otros mercados, contamos con una experiencia única y estamos decididos a continuar explorando nuevas oportunidades” comenta Santa Cruz, quien añade que están en contacto con la industria minera en Colombia y Centroamérica, y están participando en algunos proyectos en Argentina. A nivel nacional, BISA se encuentra presente en Las Bambas, Antamina, Quellaveco y Marcobre.
Los factores ESG dan su fruto
Los factores ESG se han convertido en una parte integral de la industria minera y su cumplimiento es necesario para lograr operaciones más sostenibles y para un mayor compromiso con las comunidades locales. Por otro lado, inversores y accionistas monitorean su cumplimiento a la hora de decidir dónde asignarán sus fondos.
Gustavo Bravo, director de minería para Latinoamérica y el Caribe en WSP, comenta que la reciente adquisición de la unidad E&I (Environment & Infrastructure) de Wood ha permitido a WSP reforzar sus capacidades en la gestión, diseño y aplicación de nuevas tecnologías de relaves bajo los criterios ESG: “Buscamos un uso más eficiente de las aguas, y una reducción de la huella medioambiental y energética, que son asuntos interdependientes”.
Bravo opina que no hay barreras para la adopción de nuevas tecnologías en el Perú, porque el país andino ofrece condiciones favorables para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías para la gestión de relaves: “No vemos restricciones de carácter regulatorio, salvo las impuestas por los estándares globales”. Por su parte, Gonzalo Covarrubias, gerente general de WSP Perú, añade: “Perú no tiene nada que envidiar a otros países en cuanto a la adopción tecnológica. Incluso muchas de las innovaciones en proyectos externos se originan aquí”.
Florencio Castro, de Ausenco, explica que la compañía aborda los factores ESG desde distintos ámbitos. Desde la perspectiva social intentan involucrar a las comunidades locales para gestionar el impacto del proyecto y maximizar los beneficios desde el primer momento; desde la perspectiva ambiental, analizan estrategias de descarbonización para proyectos nuevos y existentes, especialmente desde el punto de vista de insumos básicos como la energía, mediante la electrificación de la flota de camiones o el uso de nuevas tecnologías que permitan disminuir el uso de recursos hídricos. “En Lima contamos con un equipo de especialistas en medioambiente que trabaja integradamente el equipo de ingeniería. Concebimos los proyectos de forma holística para influir positivamente en las empresas mineras y las comunidades, mitigando al mismo tiempo el impacto medioambiental”, añade Castro. Para Ausenco, el 2022 fue un año positivo y, según Castro, la compañía ha crecido de manera importante a pesar de la coyuntura. Ausenco estuvo trabajando en el tercer molino de bolas para Las Bambas y también comenzó a trabajar en el EPCM de San Gabriel, de Buenaventura, proyecto que se encuentra en la fase de inicio de obras tempranas y finalización de la ingeniería de detalle.
"Las mineras han dominado la conversación en torno al cierre de minas. Involucrar a las partes interesadas locales, regionales y nacionales en la planificación del uso de tierras tras la minería podría ayudar a la industria nacional a continuar brindando beneficios a las comunidades locales, incluso después del cierre de la mina."
Steve Botts, Presidente, Santa Barbara
Hacia un mayor segmento subterráneo
La gran mayoría de la producción minera peruana proviene de operaciones a tajo abierto, como es el caso de Antamina, Las Bambas, Cerro Verde, Toquepala y, ahora, Quellaveco. No obstante, cabe mencionar que hay una cantidad significativa de operaciones subterráneas de mediano tamaño, como Cerro Lindo, Condestable y Marcapunta Norte.
En la medida en que las operaciones de tajo abierto se vuelvan cada vez más profundas, los costes de transporte harán que la extracción del mineral se encarezca. Y ello impulsará a algunos grandes productores a evaluar la posibilidad de operar de manera subterránea, una transición que ya se ha completado en minas como Chuquicamata en Chile.
Muchos ejecutivos creen que la creciente importancia de las operaciones subterráneas es inevitable y que el panorama de la minería subterránea en Perú va a cambiar: “En unos años, la situación de minería subterránea en el Perú comenzará a ser similar a la de Chile, es decir, una industria minera con grandes proyectos de minería subterránea operadas por empresas internacionales”, comenta Alberto Coya, gerente país de Perú y líder regional de Latinoamérica en Stantec. Para Coya, las operaciones subterráneas ofrecen diversos beneficios en términos de ESG y permisología, ya que requieren una menor huella para desarrollar nuevas minas, lo que podría expeditar el proceso de obtención de permisos.
Paul Murphy, gerente para Sudamérica de la australiana Mining Plus, concuerda con Coya: “Las minas de tajo abierto existentes están alcanzando el final de su vida útil, pero aún cuentan con una buena mineralización debajo de ellas”. Según Murphy, las compañías acuden a Mining Plus para realizar estudios de minería subterránea a gran escala (block caving y sublevel caving), métodos que no son comunes en Perú, pero donde la firma aprovecha su experiencia internacional.
Murphy comenta que el principal desafío en el avance hacia operaciones de subsuelo es determinar el momento óptimo para realizar esa transición, ya que el momento idóneo no siempre es cuando el tajo alcanza el final de su vida. Muchas veces las compañías retrasan esa migración más de lo debido, y Murphy anota que ambos métodos de minado son compatibles en la misma operación: “La clave está en saberlo con anticipación para tomar las mejores decisiones y, lo que aún es más importante, recopilar los datos adecuados para tomar esas decisiones”, concluye.
"Las minas de tajo abierto existentes están alcanzando el final de su vida útil, pero aún cuentan con una buena mineralización debajo de ellas. Sin embargo, no se están preparando con suficiente antelación para la transición a una operación subterránea. El momento óptimo para esta no necesariamente se da cuando la mina alcanza el final de su vida, sino antes, y los dos métodos pueden funcionar en paralelo."
Paul Murphy, Gerente - Sudamérica, Mining Plus
Sinergias internacionales
La coyuntura sociopolítica que atravesó el Perú a finales del 2022 y principios del 2023 repercutió en las operaciones mineras, y ello se trasladó también a las consultoras y compañías de ingeniería. Estas, además de diversificar sus servicios, también han tenido que apoyarse y apalancarse en otras oficinas de sus compañías fuera del Perú. Este ha sido el caso de Worley, cuyo gerente país, Franco Pedraz, asegura que el 2022 ha sido un año lleno de retos en el que tuvieron que buscar alternativas, un mayor acercamiento a Worley Global y la estandarización en la entrega de proyectos: “Hemos participado en proyectos innovadores de minería con el apoyo de nuestros centros de excelencia regionales y globales”.
Pedraz cuenta que, en el Perú, incursionaron en minería subterránea, plantas de tratamiento de agua y proyectos de descarbonización. Además, en el 2022, adquirieron Minera, un proveedor de tecnología y automatización y se han diversificado del núcleo duro de la minería: “Esta adquisición, acompañada de otras soluciones especializadas y tecnológicas dentro de Worley, nos permite cubrir todo el espectro de soluciones mineras relacionadas con energía alternativa, eléctrica y vehículos a batería”, comenta Pedraz.
En la descarbonización, Worley trabaja con compañías hermanas como Chemetics, dedicada a la fabricación de equipos. En este contexto, Pedraz recalca que, hoy por hoy, un proyecto con equipos eléctricos no tiene necesariamente un costo menor que un proyecto diseñado para equipos diésel. “No obstante, el beneficio de los pioneros será mayor en el largo plazo, debido a que no estarán sujetos a las fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles y a los cambios en la matriz energética”, añade.
Imagen cortesía de Las Bambas.