Tendencias en exploración
La inversión remonta pese a la burocracia y los vaivenes políticos
La industria minera ha experimentado vientos cruzados en los últimos años a nivel global. Tras el optimismo por la recuperación post-pandemia, el 2022 trajo la invasión de Ucrania, las subidas de tipos de interés para controlar la fuerte inflación, y un contexto general de incertidumbre sobre una posible recesión que afectó los mercados.
"El crecimiento de la minería en el Perú se vería impulsado por una política interna favorable para el sector y por la implementación de un reglamento que genere certidumbre en los inversionistas, especialmente extranjeros, que son más cautos a la hora de invertir."
Fernando Kaelin, Gerente de Banca Corporativa para Minería y Energía, Banco Santander
A nivel nacional, las inversiones en exploración han experimentado grandes fluctuaciones en la última década. El Perú alcanzó un pico de aproximadamente US$ 900 millones en inversión en el 2012, que se redujo a aproximadamente US$ 216 millones en el 2020 debido al impacto excepcional de la pandemia. Aunque ha ido aumentando progresivamente (US$ 336 millones en 2021 y US$ 429 millones en 2022), aún se está muy lejos de las cifras del anterior superciclo.
Según la Cartera de Proyectos de Exploración del 2023 del MINEM, de los 74 proyectos ubicados en 17 regiones del Perú, con una inversión conjunta de US$ 596 millones, casi el 60% de ellos son proyectos greenfield y el 40% proyectos brownfield. Por otro lado, los proyectos de exploración cupríferos representan el 47.6% del presupuesto estimado de la cartera, seguidos por proyectos de oro, zinc, plata y estaño (36.1%, 11.2%, 8.3% y 1% respectivamente).
Una cuestión de permisos
A pesar de que el presupuesto de inversión en exploración está aumentando progresivamente desde el final de la pandemia, existen varios desafíos para las juniors. Uno de ellos es la obtención de permisos. Según Sebastián Benavides, presidente de ProEXPLO 2023 (Congreso de Prospectores y Exploradores organizado por el IIMP), Perú debe trabajar en su competitividad como destino de inversión: “Los permisos pueden tomar plazos de hasta año y medio, lo que reduce considerablemente la competitividad en comparación con otros países como Chile y Canadá. Estos son procesos que no deberían tomar más de tres meses, especialmente cuando hablamos de la etapa más temprana de la exploración, una actividad con un mínimo impacto socioambiental”. Benavides explica que se han tomado algunas iniciativas para agilizar la permisología, como la Ficha Técnica Ambiental. Sin embargo, la mayoría de los proyectos no son elegibles para este tipo de permisos.
En la medida en la que el mundo avanza hacia un futuro más sostenible, donde las políticas de descarbonización estimularán la exploración en otras jurisdicciones de primer nivel, agilizar el proceso de obtención de permisos debe ser una prioridad para las autoridades peruanas, defiende Benavides: “No se trata de reducir la rigurosidad del cuidado socioambiental, sino de hacer procesos más eficientes, reducir burocracia y que los permisos sean acorde a la etapa del proyecto y el impacto que podrían tener”. Florencio Castro, vicepresidente de Ausenco en Perú, comenta que los permisos representan un proceso complejo, por lo que toda acción que tienda a expeditarlos será favorable para la industria. Según Castro, es importante que las empresas cuenten con especialistas locales para navegar el marco regulatorio: “Recomendaría tener el respaldo de especialistas locales que conozcan bien la legislación y trabajen integradamente con el equipo técnico, porque las deficiencias en la estrategia de permisos pueden llegar a tener un impacto grande tanto en el proyecto en sí mismo como en los plazos”.
"Si observamos a América Latina en su conjunto, el cambio político es parte de lo que debemos enfrentar las compañías mineras. No creo que estos problemas sean exclusivos del Perú."
David Fincham, Presidente y CEO, Highlander Silver
Miguel Cardozo, presidente de PERUMIN 36 y experto del mercado de exploración, también concuerda que la permisología es una barrera que repercute en el atractivo de Perú como un destino de inversión para la exploración: “La obtención de un permiso ambiental para perforar en el Perú puede demorar hasta dos o tres años, mientras que, en otros lugares del mundo, el proceso puede ser hasta automático, dependiendo de su naturaleza”, comenta. Sin la exploración y perforación no se pueden descubrir nuevos yacimientos y, por ende, no se pueden desarrollar nuevas minas. Cardozo añade que, si se lograsen destrabar los proyectos en cartera, el escenario para el Perú sería diferente: “En un plazo de 10 años podríamos superar los 5 millones de toneladas de cobre fino al año, lo que nos acercaría mucho a Chile”, añade.
Con respecto a los procesos burocráticos, Steve Botts, presidente de Santa Barbara Consultants, enfatiza que se debe reconocer la limitación, tanto en recursos como en tecnología, de los entes encargados de revisar los permisos mineros. Además, explica que el sistema no está diseñado para aprender de proyectos pasados y que el cambio de personal constante complica aún más el proceso: “A menudo, el personal júnior dentro de estos entes reguladores, con conocimientos limitados en minería, se encargan de revisar documentos mineros, lo que provoca retrasos”. A pesar de estos retos, Botts cree que el cambio de gobierno en el Perú ha resultado favorable, ya que este brinda más apoyo a la minería y ha tomado medidas para fomentar la inversión, a diferencia de la administración anterior. El nuevo ministro de Energía y Minas, Óscar Vera Gargurevich, revela que su administración ha estado trabajando para incentivar la exploración: “Se prorrogó hasta el 2027 la Ley 27623 de devolución del Impuesto General a las Ventas (IGV) y del Impuesto de Promoción Municipal para los gastos realizados durante la etapa de estudios, tanto en exploración minera como de hidrocarburos”, comenta Vera.
"En términos de potencial y recursos, el Perú es superior a la mayoría de los países y es donde es posible construir minas, como Quellaveco y Mina Justa."
Jay Chmelauskas, Presidente y CEO, Camino Corporation
El ruido político afecta el sentimiento de los inversores
En los últimos seis años, en el Perú hubo seis presidentes, una volatilidad equiparable a la de los precios de los metales. Estos cambios de gobierno generan una incertidumbre y falta de continuidad que repercuten en las políticas que afectan al marco regulatorio, y esto impide a las compañías avanzar con mayor firmeza. A pesar de los avatares políticos, las compañías de exploración se mantienen optimistas con respecto al Perú y su potencial en el largo plazo. Hay un consenso en este segmento de que la permisología afecta a todas las jurisdicciones, y que los altibajos políticos son una cuestión del corto plazo, mientras que la minería desempeña y desempeñará un papel fundamental en el largo plazo. Esto también es percibido por las medianas y grandes mineras, que buscan reponer y expandir reservas.
Prueba de ello es la reciente inversión de Rio Tinto en elproyecto AntaKori en Cajamarca. En enero del 2023 Nuton, una empresa de Rio Tinto, pasó a controlar el 16% de la júnior canadiense Regulus Resources tras una inversión de C$ 20.5 millones (aproximadamente US$ 15 millones). A través de esta inversión, Nuton y Regulus realizarán pruebas de lixiviación de sulfuros de cobre mediante la tecnología de Nuton: “La inversión se efectuó a una valuación sumamente favorable. Comparada con un financiamiento convencional, resultó en menor dilución para nuestros accionistas. Además, que una de las principales compañías mineras a nivel mundial invierta en este proyecto representa un respaldo significativo, no solo para AntaKori y la visión a largo plazo de nuestro equipo, sino también es una muestra de confianza en el Perú”, comenta John Black, CEO de Regulus Resources. Por otro lado, Rio Tinto y First Quantum Minerals, dos de las mayores mineras del mundo, se asociaron para desbloquear el proyecto La Granja, también en Cajamarca, que contempla una inversión aproximada de US$ 5 mil millones.
A menor escala, los directivos de las empresas júnior del Perú comparten un sentimiento de optimismo. David Fincham, presidente y CEO de Highlander Silver, expone que los cambios abruptos siempre afectan el sentimiento de los inversores, sin embargo, la minería y la exploración son negocios a largo plazo. “Si observamos a América Latina en su conjunto, el cambio político es parte de lo que debemos enfrentar las compañías mineras. No creo que estos problemas sean exclusivos del Perú”, asegura. Por otro lado, el presidente y CEO de Camino Corporation, Jay Chmelauskas, añade: “En términos de potencial y recursos, el Perú es superior a la mayoría de los países y es donde es posible construir minas. Si observamos las minas más grandes del mundo que han sido puestas en producción recientemente, dos de ellas se encuentran aquí, Quellaveco y Mina Justa”.
En línea con estos desarrollos, y a pesar de los vaivenes políticos, el Perú ha escalado puestos en el ránking de jurisdicciones populares para invertir en minería, según la Encuesta anual de empresas mineras 2022 del Instituto Fraser, publicada en mayo del 2023: Perú escaló desde el puesto 42 al 34 entre 62 países y territorios. Contra todo pronóstico, el Perú sobrepasó a Chile, pero se mantiene muy lejos del puesto 14 que logró en 2018.
Imagen cortesía de Forte Minerals.