Cobre: un pilar fundamental
La producción se recupera tras la pandemia, pero no logra alcanzar los niveles de 2019
En 2021, la producción de cobre en Perú experimentó un incremento superior al 6% con respecto al año anterior, en línea con la recuperación de la pandemia y las perspectivas de crecimiento de la economía global. A pesar de ello, la producción de 2021 se mantuvo un 6.5% por debajo de la de 2019, con un total anual de 2.3 millones de toneladas (tm/a).
Las perspectivas de producción de cobre para 2022 son relativamente favorables; a pesar de que los conflictos sociales han afectado notablemente la producción de algunas de las principales minas del país a principios del año, como Las Bambas o Cuajone, se espera que Mina Justa, que entró en producción en julio de 2021, y Quellaveco, que entrará en producción en la segunda parte del año, puedan hacer una contribución significativa en el mediano plazo.
Grandes minas a cielo abierto
Hoy, el mercado peruano sigue dominado por las grandes minas a cielo abierto: ocho operaciones mineras representan más del 90% de la producción total del país. Según datos del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), el líder en la producción de cobre en 2021 fue Antamina, una empresa conjunta entre BHP, Glencore, Teck y Mitsubishi. Desbancó en el primer puesto a Southern Copper, que había encabezado las estadísticas el año anterior. La producción total de Antamina fue de casi 460,700 tm/a, que supone un incremento del 7.9% con respecto al año anterior.
Tras Antamina, el segundo mayor productor fue Sociedad Minera Cerro Verde, operada por Freeport McMoRan en Arequipa. Su producción fue de 418,600 tm/a en 2021, que también supone un 7.9% más que en el año anterior.
Southern Copper Corporation fue el tercer mayor productor de cobre el año pasado, alcanzando 398,400 tm/a entre sus minas Toquepala y Cuajone. De hecho, 2021 terminó como uno de los mejores años para la compañía. “Aunque la minera quedó ligeramente por debajo de sus objetivos de producción, los precios nos ayudaron bastante, de modo que los resultados económicos fueron muy buenos, tanto para la empresa como para el Perú: 2021 fue el año en que más impuestos hemos pagado al país”, comenta Óscar González Rocha, presidente ejecutivo de Southern Copper.
Sin embargo, la empresa se ha enfrentado en 2022 a un escenario más complicado, con la paralización de la vía del tren por parte de los comuneros, así como el bloqueo al suministro de agua al campamento de Cuajone. En esta mina, la producción fue nula entre el 28 de febrero y el 21 de abril de 2022.
Dejando de lado estas incidencias, entre las iniciativas que han permitido a Southern Copper mantener una producción favorable en los últimos dos años, destaca la incorporación de una nueva planta concentradora en Toquepala en 2020, que permitió duplicar la capacidad de 60,000 toneladas diarias de molienda (tm/d) a 120,000 tm/d. Además, durante los próximos 12 ó 18 meses, Southern Copper espera ampliar la planta de Cuajone de 85,000 tm/d a 120,000 tm/d. “De esta manera, llegaríamos a 240,000 tm/d en total, lo que nos permitiría compensar el período de al menos dos años de baja ley que afrontamos actualmente en ambas operaciones”, comenta.
El cuarto mayor productor de cobre en 2021 fue Las Bambas, operada por la empresa china MMG, que registró una producción de 290,100 tm/a. Esta cifra supone una caída del 7.2% con respecto a 2020 y del 25% con respecto a 2019. Se debió principalmente al bloqueo que experimentó la mina por parte de la comunidad de Chumbivilcas, que obligó a parar la producción en diciembre de 2021 y más tarde en febrero de 2022. A pesar de las dificultades de este período debido a la conflictividad social, Edgardo Orderique, gerente general de Las Bambas, destaca que la pandemia impulsó la optimización de sus procesos y la adopción de nuevas tecnologías.
En 2021, Las Bambas implementó una central digital de operaciones (DOC) en Lima, que controla toda su cadena de valor, desde la mina hasta el puerto de Matarani. A día de hoy, el DOC controla el sistema dispatch (despacho optimizado de camiones) así como la navegación de palas, perforadoras con GPS de alta precisión y el equipo auxiliar. Asimismo, la mina cuenta con un sistema LTE (4G) privado, que proporciona buena estabilidad a la transferencia masiva de datos provenientes de todos los equipos mineros, incluyendo información de control de los equipos y vídeos.
Además, la compañía ha invertido en una moderna planta concentradora que cuenta con diversos sistemas de control en todos sus procesos, así como con un sistema experto en molienda. “Pronto implementaremos un sistema experto en la etapa de flotación, este sistema, tanto en molienda como en flotación, identifica las variables del proceso y corrige automáticamente los parámetros de operación para tener una molienda o flotación adecuada con alto rendimiento”, anticipa Orderique.
Por otro lado, según Orderique, el aumento en los precios de los metales, especialmente del cobre, permitió a la compañía por primera vez desde el inicio de sus operaciones pagar el impuesto a la renta y contribuir con el canon minero a la región de Apurímac. En 2022, la región recibirá S/314.5 millones por dicho concepto, del cual ya ha habido un adelanto por parte del gobierno central de S/143 millones.
Hudbay Perú se posicionó como quinto productor de cobre del país, detrás de Las Bambas y con una producción de 77,813 tm/a en 2021. Esto supuso un incremento del 3.4% con respecto al año anterior.
El panorama de la producción de cobre en el Perú también se vio modificado en 2021 con la puesta en marcha de Mina Justa, de Minsur, ubicada en la región de Ica. Hoy, Mina Justa ya se encuentra entre los siete principales productores de cobre del país. “En Mina Justa, obtuvimos una producción inicial de 85,000 toneladas de cobre en 2021, y estos niveles irán incrementándose en los próximos años conforme avance el proceso inicial de producción (ramp up)”, afirma Gonzalo Quijandría, director de asuntos corporativos de Minsur.
La puesta en marcha de Mina Justa cimenta la entrada de Minsur en el mercado del cobre, ya que tradicionalmente había sido una productora de estaño que se diversificó hace nueve años al mercado del oro a través de su mina Pucamarca.
Operaciones subterráneas
Además de las grandes operaciones a tajo abierto, Perú cuenta con producción de cobre en operaciones subterráneas medianas. El Brocal, mina controlada por Buenaventura, lidera la producción de cobre subterránea. En 2021 produjo 41,600 tm/a, lo que supone un 1.8% más que en 2020. “La producción de cobre fue favorable en el Brocal, donde un mayor aporte de onzas de plata otorgó mayor valor a los concentrados. Las relaciones con nuestras comunidades vecinas se mantuvieron estables”, comenta Leandro García, gerente general de Buenaventura.
Los precios favorables del cobre en los últimos años han empujado a productores medianos a ampliar sus operaciones y afianzar sus esfuerzos exploratorios alrededor de sus minas. Este ha sido el caso de Southern Peaks Mining, que ha continuado los trabajos de expansión en su mina Condestable, en la provincia de Cañete. La compañía se encuentra en proceso de finalizar la primera etapa de ampliación. “Pronto empezaremos con el proceso inicial de producción para alcanzar la capacidad ampliada de 8,400 toneladas de cobre por día (tm/d) en 2022, lo que supondrá un incremento de entre el 12% y el 15% con respecto al año pasado”, explica Adolfo Vera, presidente y CEO.
Southern Peaks Mining también ha emprendido acciones para modificar su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y pedirá autorización para ingresar a la siguiente etapa de ampliación y aumentar la producción a entre 10,000 tm/d y 12,000 tm/d.
Entre tanto, su proyecto Ariana se encuentra a la espera de poder comenzar la construcción. Este proyecto cuenta con todos los permisos, licencias y autorizaciones para construirse y operarse, pero se ha visto inmerso en un proceso judicial, ya que los ciudadanos perciben que su construcción pondría en riesgo el sistema hídrico que regula la provisión de agua potable para Lima y Callao. La empresa ha estado estudiando mejoras que realizar en el proyecto para destrabar judicialmente los reclamos que hoy existen acerca de Ariana. “Con nuestras reservas actuales, la mina debería producir al año alrededor de 10,000 toneladas finas de cobre, 10,000 onzas de oro, y 10,000 toneladas de zinc fino. Una vez que empiece a operar el proyecto, planeamos solicitar permiso para una ampliación”, afirma Vera.
A pesar de que la mayor parte del cobre subterráneo en Perú procede de operaciones medianas y pequeñas, cada vez hay más proyectos a gran escala a tajo abierto evaluando su transición a operaciones subterráneas. De hecho, ya hay algunas grandes mineras de cobre como Antamina evaluando la posibilidad de cambiar su método de minado a tajo abierto por el de explotación subterránea a largo plazo. La compañía ha encontrado zonas mineralizadas que se encuentran debajo del actual tajo, y si la mineralización en profundidad responde a las expectativas de la empresa, la construcción de la mina subterránea empezaría en 2031; la operación, en 2036, y la capacidad a tope de producción, en 2039.
Imagen cortesía de Anglo American