Óscar González Rocha,
Presidente Ejecutivo,
SOUTHERN COPPER CORPORATION
"Ni los distritos, ni las ciudades, ni las regiones ni el gobierno central han recibido ingresos por impuestos y regalías durante los 54 días de paralización de Cuajone. Se ha generado un costo de oportunidad importante."
¿Cuál ha sido el desempeño de Southern en los últimos meses?
En 2021, aunque quedamos ligeramente por debajo de nuestros objetivos de producción, los precios nos ayudaron bastante, de modo que los resultados económicos fueron muy buenos, tanto para la empresa como para el Perú: 2021 fue el año que más impuestos le hemos pagado al país.
El año 2022 no empezó bien: en febrero, un grupo de comuneros paralizó la vía del tren, lo que nos impidió tanto traer insumos a Cuajone como sacar el concentrado de cobre y molibdeno. Diez días más tarde, la comunidad bloqueó la entrada de agua al campamento, donde viven unas 5,000 personas. Todas estas familias se quedaron sin agua, y obviamente tampoco se pudo mantener la producción de las plantas concentradoras. La producción entre el 28 de febrero y el 21 de abril fue prácticamente nula. El gobierno del Perú estuvo muy lento y tardó mucho en declarar el estado de emergencia. Además, los manifestantes dañaron las instalaciones, por lo que tuvimos que realizar reparaciones antes de reanudar la producción, y tuvimos que comprar concentrados externos para mantener una producción aceptable de cobre catódico en la fundición y refinería de Ilo.
¿Cuánto ha perdido el Perú por esta parálisis?
Ni los distritos, ni las ciudades, ni las regiones ni el gobierno central han recibido ingresos por impuestos y regalías durante este período. Lamentablemente, los precios del cobre, el zinc, el molibdeno y el ácido sulfúrico bajaron sus cotizaciones después. Durante los 54 días de paralización, los precios eran muy buenos, por lo que se ha generado un costo de oportunidad importante. El actual gobierno no está siendo muy favorable a las inversiones. Esperemos que cambie su forma de pensar o que entre otro ejecutivo con mejores ideas y resultados para el país.
Más allá de la ampliación de Toquepala, ya en marcha, ¿qué otras inversiones tienen en cartera?
En Toquepala añadimos una nueva planta concentradora para duplicar la capacidad a 120,000 toneladas diarias de molienda (tpd). También, esperamos ampliar Cuajone de 85,000 tpd a 120,000 tpd durante los próximos 12 ó 18 meses. De esta manera, llegaríamos a 240,000 tpd en total, lo que nos permitiría compensar el período de al menos dos años de baja ley que afrontamos actualmente. De cualquier modo, no solo queremos ampliaciones, queremos nuevas minas. Esperamos que salga el proyecto de Tía María, que está listo con toda la ingeniería y que debería iniciarse este año. Estamos trabajando de manera intensa con la población, que está muy a favor del proyecto porque hay mucha escasez de trabajo del Perú.
Tenemos otros proyectos nuevos como Los Chancas, en Apurímac, y Michiquillay, en Cajamarca. Esperamos empezar la construcción de Michiquillay en dos años. Con estos proyectos, sumaríamos 2 millones de toneladas de concentrados. Entre Tía María (US$1,400 millones), Michiquillay (US$2,500 millones) y Los Chancas (US$2,800 millones), la construcción de una nueva fundición para procesar 1 millón de concentrados, la ampliación de la refinería de cobre de Ilo (US$1,300 millones entre ambos proyectos) y las ampliaciones, estamos sumando unos US$8,000 millones en inversiones en el Perú.
¿Nos puede hablar de la fundición y refinería de Ilo, y de otros desarrollos en las empresas que conforman Americas Mining?
Nuestro plan en Ilo es hacer una fundición casi igual a la que tenemos y pasar de 1.2 millones de toneladas anuales de cobre anódico a 2.2 millones. Tenemos planeado ampliar la refinería para aumentar la producción de cátodos, que tienen un mejor precio en el mercado.
En Cananea (México) tenemos una planta de molienda de 120,000 tpd, además de la planta de lixiviación que compramos a Tía María. Actualmente, estamos construyendo una planta de zinc. Luego, tenemos la mina La Caridad, donde llevamos 50 años produciendo; la ley ha bajado (0.34% Cu), pero ahora vamos a explotar la vecina mina de Pilares, que pertenecía a Phelps Dodge, donde la ley es más alta (0.70%). También, planeamos reiniciar operaciones en las minas de San Martín y Taxco.
Con estos desarrollos en Perú, México y las tres minas de Asarco en Arizona, nos situamos como uno de los principales productores de cobre a nivel mundial. Finalmente, esperamos desarrollar un proyecto en Ecuador, y continuamos nuestras exploraciones en Argentina y Chile.