Anthony Hawkshaw,
Presidente y CEO ,
BEAR CREEK MINING CORPORATION
"En dos años, me gustaría ver la mina Mercedes y posiblemente otra operación similar en producción. También nos gustaría ver el proyecto Corani bien encaminado hacia la construcción, con un cronograma definitivo para la primera producción."
¿Cuáles han sido los últimos hitos del proyecto Corani y cuál es el nuevo cronograma para su desarrollo?
Bear Creek Mining completó recientemente la construcción de una subestación que ahora debe ser auditada por la autoridad reguladora eléctrica en el Perú. Esperamos que esto se complete en el tercer trimestre de 2022. La compañía ha erigido siete de las 17 torres de líneas de alta tensión y ha adquirido todo el cableado y los materiales necesarios para completarlas. Esto llevará energía a la red local desde donde se podrá distribuir a varios pueblos y ciudades de la región. El gobierno peruano también ha aprobado proyectos de capital para mejorar la red local y, con suerte, para fin de año muchas comunidades locales de la región de Carabaya tendrán acceso a energía eléctrica confiable.
Desde el punto de vista técnico, se ha realizado la ingeniería de detalle de todo el proyecto. Ahora estamos en proceso de actualizar las estimaciones de costos. La inflación ha afectado mucho a la industria minera en el último año y anticipamos aumentos del 18% al 20% de nuestro presupuesto de capital original. Seguimos teniendo conversaciones con varios proveedores de financiamiento, pero esto se ha vuelto bastante complicado debido a la inflación y la falta de mensajes claros del gobierno peruano. Por lo tanto, el desarrollo de la mina se ha pospuesto hasta que podamos obtener el financiamiento, lo que esperamos que suceda a fines de este año.
¿Qué les atrajo a adquirir la mina Mercedes en México?
Bear Creek tenía una estrategia de largo plazo que se remontaba a Santa Ana; nuestro plan era que esta mina pequeña nos ayudara a generar flujo de caja para financiar el desarrollo del proyecto Corani. Esta estrategia descarriló, pero seguimos buscando maneras de volver a implementarla. Cuando se presentó la oportunidad de adquirir Mercedes, nos asociamos con Sandstorm, una empresa muy sólida especializada en acuerdos de streaming de metales. Hicimos una diligencia debida exhaustiva y concluimos que la mina tiene un potencial significativo.
Una vez que la mina vuelva a su cronograma de desarrollo original, que se interrumpió debido a la covid-19, creemos que contribuirá de manera significativa al desarrollo de Corani. Esta adquisición también nos ha permitido diversificar el riesgo; ahora tenemos una propiedad en Perú, que es un proyecto de desarrollo de clase mundial, y otra en México, que es una mina en producción.
En mayo de 2022, Bear Creek anunció una financiación sin intermediarios. ¿Adónde irán dirigidos estos fondos?
Estos fondos se destinarán al capital de trabajo general, en parte a Corani y en parte a Mercedes. No es un gran financiamiento ya que está restringido a seis millones de acciones, pero uno de sus los propósitos principales es demostrarle al mercado que la junta directiva y la gerencia respaldan completamente a la empresa. Se espera que la gerencia y la junta aporten aproximadamente US$2.5 millones de su propio capital.
¿Cómo cree que ha cambiado la relación de las empresas mineras con las comunidades locales desde las elecciones presidenciales de 2021?
En octubre de 2021, Pedro Castillo se reunió con los líderes de las comunidades locales de nuestra región, quienes le explicaron las actividades mineras de Bear Creek. El presidente expresó su agradecimiento por nuestro proyecto. Por lo tanto, dentro de nuestra zona, la relación con las comunidades sigue siendo fuerte. Sin embargo, en el resto del país la situación es exactamente la contraria, lo cual es muy preocupante. Además, la falta de mensajes claros del gobierno hacia la minería está generando incertidumbre en los mercados de capitales.
¿Dónde le gustaría ver a Bear Creek Mining en dos años?
Me gustaría ver la mina Mercedes en producción y posiblemente otra operación similar en producción dentro de los próximos dos años. También nos gustaría ver el proyecto Corani bien encaminado hacia la construcción con un cronograma definitivo para la primera producción. Todo esto depende del financiamiento y de nuestra capacidad para identificar y adquirir propiedades adicionales. Perú y México son países mineros y, a pesar del ruido político a corto plazo, existe un fantástico futuro a largo plazo para la minería.