Maquinaria y equipos mineros
En línea con las tendencias globales hacia la automatización y descarbonización
La minería suele ser considerada como una industria altamente conservadora a la hora de adoptar nuevas tecnologías disruptivas. De hecho, un estudio de Boston Consulting Group que mide la adopción digital por industria a nivel global, concluyó que la minería se encuentra atrasada en un 30%-40% con respecto a sus pares en las industrias automotriz o petroquímica.
A pesar de que la minería parece haber avanzado a cámara lenta durante años, hoy existe un consenso de que una combinación entre mayores precios de los metales y la pandemia ha dado un empujón irreversible hacia los cambios tecnológicos. Liderando la revolución tecnológica en el Perú, Quellaveco, de Anglo American, es el primer megaproyecto en el país en construirse en base a un modelo totalmente digital y automatizado, reflejando lo que se han desarrollado las tecnologías en los últimos años.
En términos de innovación, los principales fabricantes de equipos (OEM) y los desarrolladores de tecnología tienen mucho que aportar. Ferreyros, por ejemplo, líder en maquinaria pesada y que celebra su centenario en 2022, introdujo los primeros camiones autónomos en Perú en el proyecto Quellaveco. En total, la empresa espera implementar 30 camiones Cat 794 en la mina a tajo abierto, y según Gonzalo Díaz Pró, gerente general de Ferreyros, ya hay 28 camiones rodando de forma autónoma.
Díaz Pró explica los beneficios de los equipos autónomos en base al ejemplo de Fortescue Metals Group en Australia, que lleva más de cinco años usando los equipos autónomos Caterpillar: “Están logrando ciclos más rápidos, eficiencias en el mantenimiento, mayor producción en el mismo tiempo y una mejora de la productividad de alrededor del 20-30%”.
“Mina Justa de Marcobre es la única empresa minera en las Américas que tiene en operación palas hidráulicas eléctricas con 30 m3 de capacidad de cucharón. Su característica diferencial es la ausencia de motor diésel, lo que implica un mantenimiento más fácil y de menor costo”.
Yuji Tanaka,Gerente General, Zamine Service Perú
A medida que el sector minero comprueba los beneficios que pueden traer los equipos autónomos, y animados por los desafíos que estos pueden ayudar a superar en minas remotas, cada vez hay más minas estudiando sumarse a esta tendencia. “En el país ya hay cuatro grandes clientes interesados en poner en práctica operaciones autónomas similares, no solo para flotas nuevas sino para flotas existentes”, revela Díaz Pró.
Tomás Martínez, CEO de Komatsu-Mitsui Maquinarias del Perú (KMMP), confirma el creciente interés por la introducción de camiones autónomos en las operaciones mineras: “Actualmente, estamos en negociaciones con clientes para introducir camiones autónomos, que esperamos que se concreten a partir del 2023, lo que traerá ventajas en productividad, eficiencia y seguridad”.
La automatización no solo viene cobrando fuerza entre los camiones mineros, sino también en equipos para la perforación. Según Ángel Tobar, gerente general de Epiroc en la región Andina, la empresa ha implementado perforadoras Pit Viper autónomas en Quellaveco y espera, durante 2022, poner en marcha la operación remota de dos perforadoras de este tipo con dos importantes clientes adicionales de minería de tajo abierto. Tobar explica que estas máquinas se operan desde centros de control especializados, que son una tendencia creciente entre sus clientes y que permiten llevar a cabo de forma remota todas las operaciones de la cadena productiva, incluyendo el carguío, el acarreo y la perforación.
Si bien los principales fabricantes de equipos y los desarrolladores de tecnología tienen ya mucho que aportar en el ámbito de la automatización, es indispensable que los clientes mineros inviertan en la infraestructura necesaria para poder introducir estas novedades: “Aunque bastantes de nuestros clientes vienen implementando progresivamente redes 5G o LTE, que son las más adecuadas para la operación tele remota o autónoma, en algunas ocasiones nos encontramos con que es necesario realizar ciertas inversiones en infraestructura para lograr los objetivos esperados”, señala Tobar.
Otra de las tendencias globales que ha cobrado fuerza en la minería peruana ha sido la reducción de la huella de carbono de las operaciones. Las compañías mineras cada vez tienen objetivos más ambiciosos para descabonizar sus actividades y, para lograr estas metas, reducir el gran consumo de CO2 de los equipos mineros es fundamental.
Tomás Martínez, CEO de Komatsu-Mitsui, explica la estrategia de la compañía para la reducción de emisiones en el sector minero en los próximos años: “En esta década Komatsu estará introduciendo camiones power-agnostic, que funcionarán con varias fuentes de energía, migrando de los actuales camiones diésel o eléctricos al sistema trolley, luego al sistema de baterías y por último a las celdas de hidrógeno verde”.
“Cada vez estamos recibiendo una mayor cantidad de consultas respecto a equipos a batería. Sin embargo, su adopción es un proceso lento, ya que la industria minera es bastante conservadora y espera a ver cómo se adaptan estas tecnologías en otras industrias o en otros países”.
Armando Sugobono, Gerente de Territorio Perú y Gerente de Perforaciones Subterráneas Región Andina y Cono Sur (ANSCO),
Sandvik Mining & Rock Solutions
A nivel de camiones gigantes, Ferreyros ha dado el paso pionero de aportar en Perú un portafolio mixto de camiones, no solo con sus tradicionales unidades de tracción mecánica, sino también con modelos de tracción eléctrica, atendiendo las diversas preferencias. La compañía ya ha introducido casi 50 camiones eléctricos Cat en dos modelos: el 794 de 320 toneladas cortas, y el 798 de 400 toneladas cortas. “Estos últimos ya están operando en Cuajone, Toquepala, Antamina y Cerro Verde, y estarán produciendo en Toromocho a fin de año”, explica Díaz Pró, asegurando que los gigantes eléctricos Cat tienen la máxima potencia de su rubro, de 4,150 HP, lo que trae mejoras en términos de carga, potencia, velocidad y menores paradas.
En el ámbito de la electrificación, Zamine, el distribuidor de Hitachi, continúa promoviendo sus palas hidráulicas eléctricas de 30 metros cúbicos de capacidad de cucharón, si bien de momento Mina Justa de Marcobre es la única empresa minera en las Américas que las opera. “Su característica diferencial es la ausencia de motor diésel, lo que implica un mantenimiento más fácil y de menor costo. Hasta el momento, estas máquinas han reportado buenos resultados en productividad y confiabilidad”, afirma Yuji Tanaka, gerente general de Zamine Service Perú.
Por otro lado, Hitachi está haciendo esfuerzos por crecer en el segmento de camiones eléctricos con equipos de acarreo, viendo el gran potencial que tienen en el mercado peruano. “Los camiones de Hitachi actualmente cuentan con tecnología diésel-eléctrica y estamos en el camino de ofrecer camiones potenciados totalmente a batería”, explica Tanaka.
En términos generales, el segmento de la maquinaria en el Perú experimentó una fuerte recuperación en 2021 tras el parón de la pandemia. A pesar de la falta de proyectos greenfield en el horizonte después de Quellaveco, se espera que continúen las oportunidades para los proveedores de equipos relacionadas con las inversiones brownfield y en exploración, considerando las buenas perspectivas del cobre. Esto ha llevado a compañías como IPESA a seguir creciendo en el sector minero, que actualmente ya representa 15% de sus ingresos. “Al no comercializar maquinaria gigante, tratamos de incursionar en la minería con maquinaria de soporte (John Deere) o con nuevas tecnologías como mineradores de superficie (Wirtgen) equipos de chancado (Kleemann) o soluciones de carga (Morooka), que son soluciones que no tienen las demás empresas en el mercado”, explica Giorgio Mosoni, Co-CEO de IPESA.
Imagen cortesía de Anglo American